Tal vez uno de los fenómenos más relevantes del mundo contemporáneo es el inusitado valor que ha adquirido el saber, como condición indispensable para el desarrollo de los pueblos. , vivimos en una sociedad del conocimiento, caracterizada porque la base de la producción son los datos, las imágenes, los sÃmbolos, la ideologÃa, los valores, la cultura, la ciencia y la tecnologÃa. El bien más preciado no es la infraestructura, las máquinas y los equipos, sino las capacidades de los individuos para adquirir, crear, distribuir y aplicar creativa, responsable y crÃticamente (con sabidurÃa) los conocimientos, en un contexto donde el veloz ritmo de la innovación cientÃfica y tecnológica los hace rápidamente obsoletos.
No son necesarias elucubraciones para comprender el desafÃo que los anteriores planteamientos hacen a la educación en general. El modelo educativo mundial entró en crisis y las naciones más desarrolladas del planeta hacen esfuerzos, desde diversos sectores, para mejorar cualitativamente los sistemas de formación tanto de los niños y niñas como de los adultos, aún de aquellos que ya han cursado los estudios formales básicos o los profesionales y avanzados.
Es por esta razón, como sugiere el tÃtulo del presente artÃculo, que la temática Ciencia, TecnologÃa y Sociedad se enfocará desde la mirada genérica de la Educación en TecnologÃa y no se enmarcará especÃficamente en el esquema CTS, aunque se debe entender que hablar de Educación en TecnologÃa implica relacionar, en el marco del contexto educativo, la ciencia, la tecnologÃa y las profundas implicaciones sociales de ambas, con las posibilidades de un trabajo escolar integral y significativo para los estudiantes.
En efecto, la dinámica de la Educación en TecnologÃa conjuga aspectos técnico-cientÃficos, culturales y valorativos, que en su desarrollo escolar la habilitan como un poderoso instrumento de integración curricular y como una interesante contribución al logro de fines educativos.
Hoy, cuando el deseo de contar con escuelas que brinden conocimientos y comprensión a un gran número de estudiantes con capacidades e intereses diversos, provenientes de medios culturales y familiares distintos, choca con la realidad de las escuelas en los diferentes lugares urbanos y rurales donde los maestros enseñan y los alumnos aprenden como hace dos décadas; hoy, ad portas del tercer milenio —cuando los medios tecnológicos traducidos en computadores, discos compactos, multimedia, realidad virtual, telecomunicaciones, superautopistas de información—, la educación permanece fiel a su práctica tradicional. Hoy, cuando se requiere una escuela informada, dinámica, reflexiva, que posibilite la retención del conocimiento, la comprensión del conocimiento y el uso sabio de éste por parte de los estudiantes, la Educación en TecnologÃa tiene mucho que decir.